Hace mucho tiempo traigo un discurso sentido sobre hacia donde debe mirar el distrito municipal Don Juan para diversificar sus entradas económicas más allá de la agricultura, las remesas, negocios y empleos formales e informales. Se trata del ecoturismo, una actividad que impacta todas las áreas de la economía y que ha sido poco explotada en los más de 200 años de historia de esta comunidad.
Hace unos días me hice la pregunta: ¿A qué voy a Don Juan como ciudadano común? Más allá de ir a ver mi familia y amigos. La autopregunta no ha encontrado ninguna respuesta eficiente que me deje satisfecho.
En un viaje que realicé al municipio de Miches, provincia El Seibo, pude descubrir que bien han explotado ellos su ecoturismo, haciendo un aparte al tema de sus playas que indiscutiblemente es un ingrediente valiosísimo para atraer dinero y personas.
La idea no es que comparemos a Don Juan con Miches ni con ninguno de los pueblos que me ha servido de inspiración e inquietud para desarrollar una visión de crecimiento cimentada en el turismo.
Los días pasaron y en uno de mis viajes a mi pueblo recibí la invitación de un amigo de Frías I, el periodista, José María Reyes, que recién había comprado varios cientos de tareas de tierra cercanas a las montañas o Altos de Don Juan, entre Los Cerros y Frias I.
Allí subí hasta un lugar donde pude avistar una de las torres más emblemáticas de la Ciudad de Santo Domingo en la avenida Tiradentes, la torre Silver Sun Galery. Mi amigo me contaba su deseo de levantar en la falda de la montaña una serie de cabañas las cuales podrían ser vendidas por fines de semana o en paquetes a personas que deseasen estar en contacto con la naturaleza.
Fue en ese momento cuando nos adentramos en conversación y él me dio a conocer su visión como periodista que ha estado ligado al sector turístico del país.
Me dijo que a la creación de cabañas ecoturísticas podría agregársele una ruta a caballos hacia el Río Ozama como complemento de la aventura.
Al subir al punto más alto de los Cerros de Don Juan no pude evitar recrear a Miches. En Miches existe un lugar visitado por todo el país de nombre Montaña Redonda, el negocio es rentable y de el viven decenas de personas. En los Cerros de Don Juan hay varios puntos que se prestan para un proyecto similar en que se pueden colocar hamacas para fotos y esparcimiento, restaurante, Zip Line, Gift Shop y zonas verdes para fotografías con desde lo alto.
A este punto turístico, que podría levantarse con recursos mínimos podría agregársele el alquiler de Bugguies, que partiendo desde ese punto pueden recorrerse toda la zona de Los Cerros hasta Payabo o a la zona de el 25 para finalizar con un baño en el Río Ozama y recorrer el punto más urbano de la ciudad rural.
Ya en el pueblo se cuenta con equipados supermercados que pueden servir de parada a los turistas. A esto se le puede agregar una ruta agrícola por los campos de Piña, Cacao, Chinola o Limón, y la creación de kioskos turísticos que ofrezcan todos nuestros productos y bisutería.
La mención que hiciera el gobierno central de levantar una represa en el Río Ozama podría ser otro punto a favor y un gran atractivo de dimensiones insospechadas. Esto traería la pesca deportiva, el uso de kayak, la instalación de restaurantes en las periferias y hasta el disfrute de Jet Ski, de ser permitido.
La creación de una estatua en homenaje a Gregorio Luperón que libró la Batalla del histórico Bermejo le sumaría a la ruta turística de Don Juan otro ingrediente importantísimo en la idea de hacer de la localidad un referente con historia y cultura.
(La Batalla de Bermejo fue un enfrentamiento escenificado en el “Rubicón” del río Bermejo, en Don Juan, Monte Plata, el 30 de septiembre de 1863, parte de la Guerra de la Restauración. En la misma se vieron enfrentadas las tropas del general anexionista Pedro Santana y el general Gregorio Luperón, quien evitaba la materialización de la anexión a España.)
El levantamiento de un monumento histórico a la tradición cañera, con un guía e historiador pagado que haga las anécdotas históricas a los turistas seria el plan perfecto para rescatar esas raíces. Los tours operadores no podrán resistirse a una oferta fresca y distinta. A un destino donde el donjuanense deberá regalar cada día su mejor cara.
Se trata de colocar un viejo tren, pintado y remodelado, en el Triple Ozama y a su alrededor levantar un parque de esparcimiento. Este lugar se puede convertir en un emblema obligado a visitar.
La creación de un letrero marca Don Juan con mayores facilidades de estacionamiento para que las personas sientan la seguridad de pararse y tomarse foto junto a la estructura.
Para encaminar estos pasos se debe ir de a poco aumentando el número de habitaciones en el pueblo. Se debe crear un Clúster Turístico que impulse las iniciativas, la creación de íconos. Sí, de íconos, así como Paris tiene una torre visitada por millones que dejan millones y Santiago tiene un monumento visitado por miles, Don Juan puede ir trabajando en la imagen que desea ser para el mundo y para el bien de la colectividad. Parece demasiado ambicioso, pero es lo que merecemos.
Por lo pronto, trabajar en el aumento de habitaciones, instalar algún restaurante digno para el presente y el visitante, reparar sus aceras y calles, eliminar la contaminación visual, trabajar en la historia de la caña, acondicionar algunos puntos del Ozama y preparar a la población de cara al propósito podría ir contribuyendo al objetivo.
Por Wilder Páez
Todavía se quedan algunas ideas. Deje sus sugerencias:
Lee sobre la Batalla de Bermejo: https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Arroyo_Bermejo
Lee sobre la historia de Don Juan: https://es.wikipedia.org/wiki/Don_Juan_(Monte_Plata)#:~:text=Don%20Juan%20nace%20como%20fruto,el%20general%20Juan%20S%C3%A1nchez%20Ram%C3%ADrez
